1º BAC: U. 2: EL ARTE DE LA PALABRA: EXPERIENCIA EMAÚS, p.43,s.

 


 

ARTE DE PALABRA

LA EXPERIENCIA DE EMAÚS

El pasaje del camino de Emaús, recogido en el evangelio de Lucas (Lc 24, 13-35) es uno de los más importantes a la hora de describir el encuentro de Jesús con los discípulos, después de su resurrección.

 Las inquietudes de estos, el tratamiento de aquel, la pedagogía del encuentro y su simbología nos ayudan a entender mejor el proceso del hecho religioso.

I. Partir de la realidad 

Toda vivencia parte de nuestra experiencia de la realidad, de aquello que nos preocupa y vivimos a diario. Los discípulos estaban preocupados por lo que había ocurrido con su maestro. No entendían lo que veían y, por ello, comparten sus pensamientos.

 II. Saber mirar



A veces, tenemos la realidad más importante delante de nosotros y no sabemos verla, como los discípulos de Emaús. En la pintura de Rembrandt, La cena de Emaús (1648), Jesús parece escondido en la luz del misterio cuando se mani-fiesta a través del pan y el vino, momento crucial de la Revelación. 

III. Hilar lo vivido

Los discípulos no supieron hilar aquello que les ocurrió. Tenían en la cabeza momentos dispersos de su propia existencia, pero no fueron capaces de unirlos en el instante crucial que estaban presenciando. Jesús realiza un recorrido pe-dagógico de la Escritura que vuelve a incorporarlos en el lugar que ellos mismos buscaban.

IV. Despertar el deseo



La cena de Emaús, de Matthias Stom (1633), muestra esa complicidad que es fundamental en cualquier experiencia: la del deseo de encontrar, de buscar, de descubrir juntos. Jesús, con su palabra y su presencia, abre el deseo de los discí-pulos que le piden que comparta la mesa con ellos y se quede durante la noche.

 V. Atender a los símbolos



La cena de Emaús (1601), de Caravaggio, representa el momento como un típico convite italiano y centra la mirada del espectador en los detalles. La simbología es, en muchos casos, la puerta a la realidad en la vida. A través de ella encontra-mos la verdad y la manifestación más cercana de lo inefable.

 VI. Abrir los ojos

La presencia de Jesús es esquiva. Aparece, lo reconocen y desaparece. A veces, la experiencia se desenvuelve a medio camino entre la luz y la sombra. 

VII. Conducir nuevamente a la vida

Jesús nos recuerda el momento de la revelación que devuelve a los discípulos a la vida, una vida encarnada en el seguimiento y el testimonio. La experiencia no los entristece, sino que los devuelve a la vida.

2, p.44:

A través de los momentos analizados, hemos construido una secuencia de actitudes presentes en el texto evangélico. 

Utilizando las mismas actitudes, aplícalas a otra situación real o de ficción que pueda incluir los momentos descritos. Recurre a elementos artísticos: dibujos, ilustra-ciones, fotografías…

Comentarios

Anónimo dixo…
Andrea y Jessica

1. Hay que saber mirar y abrir los ojos: hay que saber mirar las cosas de diferentes perspectivas, como en el momento en el que Dios resucita.
Despertar el deseo: hay que buscar el deseo por descubrir a Jesús y su camino.
Conducir nuevamente a la vida: a veces bajo ciertas circunstancias Dios nos vuelve a reconducir a la vida y a guiarnos por el buen camino.
Atender a los símbolos: en la biblia encontramos mucha simbología que nos ayuda a entender las cosas de mejor manera y verlas desde otro punto de vista. Un ejemplo de símbolo es la donación de pan y el vino o el pan y y los peces por parte de Jesús al pueblo , o también la referencia de las lenguas de fuego ya que de verdad en la biblia no se refiere a que haya lenguas de fuego sino que es una metáfora.

Publicacións populares deste blog

1º eso: Taller1: Valoro e interpreto desde la Biblia: Visita de los Magos al Niño Jesús: (Mt 2, 1-12), p.28.

1º eso: U. 3:Actúo, practico y me comprometo: El valor y virtud de la libertad, p. 45,s.

4º ESO: T.5.2. JESUCRISTO, IGLESIA Y MISIÓN + 5.3. LA BIBLIA Y MIS COMPETENCIAS: LOS ORÍGENES DE LA IGLESIA